sábado, 7 de mayo de 2011

EL LEÓN Y LA HIENA.

En cierta ocasión, el Rey de la Selva, el León, regresaba al bosque, después de descansar en las cuevas que perforaban las faldas de las montañas. Tal fue su sorpresa al ver en su tierra a una vieja hiena. El León, que era reconocido por su justicia, permitió que aquel despreciable animal cazase dentro de su propiedad.  Sin embargo su indignación no se hizo esperar cuando cayó en cuenta que la Hiena reservaba para sí las mejores piezas.
 El León, demostró su enojo mostrando los dientes; pero la Hiena, tan mañosa como era, inclinó la cabeza y metió el rabo entre las piernas en señal de sumisión. Siendo un rey compasivo, que no se permitía humillar a sus súbditos, ni permitir que se realizase cualquier tipo de humillación en su presencia, decidió dejar que la vieja bestia cazase de la mejor manera que creyera conveniente.
Al día siguiente, cuando el León regresó al bosque lo encontró invadido por innumerables hienas que habían devorado a todos los ciervos, dejando el área desierta. Enojado, el rey de la selva arremetió contra los invasores, pero superado en número fue expulsado de su propio territorio y condenado a padecer hambre.
Moraleja:
No confié de los pusilánimes ellos ven en la compasión un signo de debilidad.

1 comentario:

  1. uuu no es esa esra elle on y la hiena cuando le mababa gallo

    ResponderEliminar